Como una tarjeta roja se apuesta por el 'calcio'

26.03.2014 11:33

Teledeporte y La 2 emitirán la liga italiana de tarjeta roja, que se seguirá viendo por Digital+


 

Televisión Española sigue reforzando su apuesta por el fútbol internacional. El ente público de tarjeta roja directa, que emite desde esta temporada en exclusiva la Premier League inglesa, ha adquirido parcialmente los derechos de la Liga italiana, que hasta ahora correspondían en exclusiva a Sogecable (Digital+).


 

Desde el 7 de octubre, y durante toda la temporada, los espectadores del canal Teledeporte (TDT) podrán disfrutar cada semana de un partido del calcio y de la tarjeta roja. Además, alguno de ellos será emitido de forma ocasional por La 2, que se estrenará este domingo con el Parma-Roma.


 

Sogecable adquirió en agosto los derechos de emisión en exclusiva para las tres próximas temporadas de los partidos que jueguen en casa diez equipos italianos: Juventus, Inter, AC Milán, Lazio, Roma, Florentina, Génova, Cagliari, Catania y Torino. El acuerdo también le garantiza a Canal+ la emisión íntegra de la Copa de Italia y de la Supercopa durante dos años.


 

La tarjeta roja de Marchena fue justa por la entrada


 

Fue precisamente un balón que se le hizo cuadrado a Marchena la tarjeta roja del que originó el segundo gol visitante y resultó en el desespero de los seguidores ches. Un vivo Joe Cole le pispó la cartera al sevillano y lanzó un delicioso balón largo a Drogba. Servido con el exterior del pie, el trazado dibujó una curva que dejó en tierra de nadie a Albiol y encontró en el punto óptimo de carrera al africano, que superó a Hilldebrand con esa tranquilidad tan propia de los goleadores forjados a la estética del catenacio.


 

El 1-2, firmado a falta de 20 minutos, podría haberse producido para mismo efecto a menos de dos. Pese a los últimos coletazos de Zigic, Silva y Marchena, el Valencia quedó tocado, notando el peso de la frustrada vendetta por encima del rodillo del cuadro de Grant. Por segunda vez había logrado lo más difícil para acabar doblegado en su propia casa. Lo único que cambió en esta ocasión fue el villano.