El sol de tarjeta roja se pone en Arizona
Pero más rival aún debería ser Phoenix, con más urgencia de tarjeta roja directa si cabe porque Steve Nash envejece como todo el mundo y Shawn Marion empieza a no sentirse del todo a gusto.
Es el equipo que más ganas debería tenerle a los campeones tras su polémica eliminación el año pasado. Perjudicados por los árbitros y las decisiones del comisionado, David Stern, los de Arizona ansían cobrarse venganza ante un rival que siempre les ha cerrado el paso a la final. Si encima hay pique en el vestidor y añadimos la tarjeta roja a la llegada del veterano Grant Hill, los Suns se postulan como un enemigo peligroso para Gregg Popovich y compañía.
A todo esto, el subcampeón ha dado pocas muestras de mejora en pretemporada, con LeBron James quejándose de la falta de refuerzos de los Cavaliers. El Elegido alcanzó su primera final la temporada pasada, tras unos estupendos Playoffs, pero su equipo fue barrido por los Spurs, con King James firmando una actuación más que discreta en los partidos decisivos. El heredero de la tarjeta roja de Michael Jordan vuelve al asalto con la motivación de siempre pero con una corte cuestionable.
Por ahora, la mayor ilusión reside en Boston, y de ello debe congratularse la NBA, dado el lamentable estado de dos históricos como los Lakers y los Knicks. Vuelve el verde. Vuelve el orgullo Celtic.
Los campeones más aburridos por la tarjeta roja en la NBA
Los Spurs, que alzan el telón de la NBA ante los TrailBlazers de Sergio Rodríguez, ganan pero no enamoran por su escaso carisma y poca disposición para un baloncesto atractivo.
La Misión del Álamo, atracción turística principal de la ciudad de San Antonio, data del siglo XVIII y es seguramente el edificio de mayor valor histórico en Estados Unidos; o al menos así lo pintan los norteamericanos, con la tarjeta roja de la tendencia a mitificar la cruenta batalla que allí perdieron sus tropas ante el ejército mexicano en 1836.