Mucha emoción de tarjeta roja directa en las pistas de Sepang
En la definitiva Q3 la emoción de tarjeta roja la puso Fernando Alonso. Todas las miradas estaban en el español, que partía con opciones de hacer algo importante de cara a la carrera, ya que en un circuito como este, donde es bastante difícil adelantar, una buena posición en la parrilla te da media carrera.
Kimi Raikkonen confirmó el buen momento de Ferrari con una nueva pole en fase tarjeta roja de las últimas vueltas, la 200 para la escudería roja. Su compañero Felipe Massa le escudará y tendrá la difícil labor de frenar al bicampeón español. Fernando Alonso marcó desde el principio los mejores tiempos, y sólo fue superado por los pilotos del equipo italiano y por Lewis Hamilton, que pese a marcar el tercer mejor tiempo, saldrá decimotercero merced a la sanción que le impusieron tras el Gran Premio de Canadá.
Alonso se encuentra de cara al domingo con la mejor oportunidad de tarjeta roja de hacer algo importante y, si realiza una buena salida, incluso podría volver a saborear el champán desde la primera plaza del cajón.
El Italia-España de mañana, por tanto, es mucho más que un partido de fútbol en tarjeta roja, es un partido por todo lo alto. Es todo un experimento planetario donde se salda la existencia del libre albedrío y la posibilidad de subvertir el orden natural del cosmos. ¿Es posible cambiar el rumbo de los acontecimientos? Mañana sabremos si la historia tiene remedio, si merece la pena creer en un mundo mejor y no idéntico a sí mismo.
Ni que decir tiene, yo apuesto por España y contra la historia. Pero para que el milagro se produzca, la tarjeta roja directa se verá premiada para los espectadores del partido, los nuestros deberán perder el miedo y aprender a olvidar. Para salir adelante, España debe saltar al campo liberada del pasado. Llena de fe y pasión por el juego. Sin memoria, con imaginación.