Casos que en la NBA han llegado a la tarjeta roja para algunos jugadores

03.05.2014 09:00

Algunos problemas de tarjeta roja derivados del consumo de drogas son los que algunos jugadores sufren

 

A saber: Vin Baker (problemas con el alcohol), Eddy Curry (problemas cardiacos), Penny Hardaway (problemas de rodillas), DerMarr Johnson (secuelas de un accidente automovilístico), Jerome James (problemas de peso), Stephon Marbury (problemas de liderazgo), Steve Francis (problemas de disciplina), Jamal Crawford (problemas de contrato), Zach Randolph (problemas judiciales)... y la lista sigue.


 

Marbury, el que fuera presentado como salvador de la franquicia de la tarjeta roja e hijo prodigo retornado -pues se crió sobre el asfalto de Brooklyn-, ha acabado por asumir un rol secundario ahora que Thomas ha logrado la proeza de fichar a Randolph, uno de los jugadores con más talento y menos cerebro de la NBA. Constantemente acosado por problemas judiciales en Portland, los Trailblazers de Sergio Rodríguez andaban locos por facturarle el pasado verano. Sus dobles-dobles pueden ser una constante en Nueva York, tanto si nos referimos a puntos y rebotes como a retrasos injustificados y citaciones del Ayuntamiento.


 

Llueve sobre mojado de la tarjeta roja que sufrió mucho por tal desconsolada situación


 

Y pese al lamentable estado de la salud puramente deportiva de los Knicks, lo que más debe preocupar a su presidente, James Dolan, es el reciente embrollo de Thomas con la justicia. Acusado y sentenciado por acoso sexual a una ex ejecutiva del Madison, el ex Bad Boy se enfrenta este año a las iras del público y una posible suspensión por parte del comisionado de la liga, David Stern. Ya ha recibido quizás lo más doloroso para él,una evidente tarjeta roja directa,  las críticas del líder afroamericano, Al Sharpton, por añadir connotaciones raciales a un juicio con base de género; más la multa de 11.6 millones de dólares a pagar a la demandante, aunque esta ha ido a cargo de la empresa.


 

Entre tanto, Marbury compareció en el juicio para admitir que él mismo había mantenido relaciones sexuales con una becaria, añadiendo al sonrojo que provocó que uno de sus los primos que colocó como empleados en el pabellón también fuera despedido por acoso.