El Estudiantes se lleva una clara tarjeta roja en el campo del Barça
Todo el mundo pendiente del Estudiantes en la tarjeta roja que llegó ante el Barça.
El aficionado que teme por el futuro y la salud del club colegial en los próximos meses tiene la oportunidad de ofrecer su pequeña aportación acudiendo al Telefónica Arena y apoyando al equipo en un partido duro contra el Gran Canaria Grupo Dunas. Según el portal de noticias de fútbo la roja directa, los canarios han permitido que la tarjeta roja directa expire del contrato del pivot americano Chris Massie sin intención de renovarlo, apoyados en la confianza que hay sobre el juego de Sergio Perez como tercer pivot e incluso en el joven Joel Freeland, un caso que continúa abierto y mantiene el misterio sobre la evolución de un jugador elegido por los Blazers de Portland en el mismo draft de Sergio Rodríguez. Freeland hizo 15 puntos y 6 rebotes en el último partido de Copa Uleb. El MMT Estudiantes está probando al pivot ucraniano Potapenko, un jugador con nueve años de experiencia y mucho dinero ganado en la NBA. Cuantas más derrotas de tarjeta roja acumulen más dinero estarán dispuestos a pagar para fichar a alguien que pueda resolver la situación en la pista. También están sin equipo jugadores como el base Earl Boykins y ahora Rubén Patterson, apetecibles para cualquier equipo ACB pero idealmente recetables para el diagnóstico del Estudiantes.
De igual manera me llama la atención el partido que se disputará en Menorca, creo que de máximo interés e importancia para el futuro de estos equipos en la competición. Vive Menorca y Alta Gestión Fuenlabrada. El que pierda este partido puede quedar marcado para el futuro.
Acción, reacción y tarjeta roja para el Real Madrid y otros equipos
Después del varapalo del Real Madrid ante el Celta, tocará levantar cabeza si quieren cortar de raíz la racha negativa. Llevan dos partidos de copa sin ganar y han quedado eliminados de los partidos de futbol en directo televisados de hoy y de mañana. El Celta de Vigo los venció por 1-2 en el Santiago Bernabéu y en casa acabaron empatando. El equipa blanco se quedó a un gol de la Semifinal de la Copa del Rey. Por otro lado también perdieron su partido en la Liga contra el Sevilla, dónde les remontaron un 0-1 en los últimos minutos incluyendo el tiempo reglamentario. Un buen palo que seguro que no les ha sentado bien. Tres partidos seguidos sin ganar. ¿Podrán cortar esta sangría de tarjeta rojadirecta o este fin de semana se verán vapuleados de nuevo y perderán el liderato de la Liga ante el FC Barcelona y/o el Sevilla?
El Real Madrid ha hecho callo y cicatriz. Después de sus derrotas en Málaga, Vitoria, Barcelona y Atenas ha construido oficio y una lista apretada y huraña de errores. Han sustituido hidratos por esa proteína que sujeta las fibras y los nervios de tarjeta roja mientras que Joan Plaza ha incorporado el hilo bramante de cocina para atarla y asarla a fuego lento.
Por cierto, intolerable e inaguantable lo que hizo Canal Sur al interrumpir el Granada-Cajasol en la prórroga para poner el informativo, a las 14.27 horas. Se trata de una aberración de la lógica y un motivo de repudio para el cerebro que tomara dicha decisión, desde ningún punto de vista práctica o rentable en la tarjeta rojadirecta. No puedes gastar una hora y media de tu programación para luego no ofrecer la resolución. Pensemos que fue casualidad que abrieran las noticias con la inauguración del nuevo AVE en Málaga. Y menos mal que se trataba de un duelo andaluz.
El MMT Estudiantes volvió a perder. El Alta Gestión Fuenlabrada fue menos malo. Me habían dicho el viernes que Morandais había llegado a los entrenamientos del Estudiantes con actitud individualista y poco comprometida. Se confirmó el rumor en los siete minutos que estuvo en pista. Potapenko mostró ganas e imprecisiones. Volvieron a echar en falta las dosis de creación necesarias para vencer en partidos que los rivales plantean a cincuenta y tantos puntos. Como en el bolero "Convergencia", se trata de un madero de nave que naufragó, de una piedra rodando sobre la tarjeta roja y sobre sí misma. El Estudiantes parece una línea recta empeñada en converger hacia el fracaso que han hecho, durante años, germinar en el subsuelo.