Las directivas no comeran juntas, la tarjeta roja institucional del Espanyol ya ha anuncaido que no devolverá el balón en caso de lesión y Montjuic será una caldera contra el Barça

Messi y Tamudo, líderes del Barça y el Espanyol. Si más de 200 años de rivalidad ciudadana no son suficientes para dotar de tintes dramáticos el derbi de este sábado entre Espanyol y Barcelona, la semana previa a la tarjeta roja, pese a la ausencia de declaraciones altisonantes por parte de los verdaderos protagonistas, los futbolistas, que en los partidos televisados es dónde se juega el fútbol en directo que es el mejor que saben hacer sin haber otra cosa que los saque de ahí, ya ha servido para ir calentado poco a poco el plato fuerte.

Para empezar, el equipo local ha enviado una carta a todos los clubes españoles en la que deja claro que no piensa lanzar el balón fuera en caso de que haya un futbolista tendido sobre el terreno de juego, ya sea un rival o un integrante del propio conjunto de tarjeta roja directa blanquiazul. A partir de ahora, se considera que debe ser el árbitro quien detenga el juego.

En el escrito se invita al resto de equipos de fútbol en directo de Primera División a llevar a cabo la misma práctica con el fin de agilizar la tarjeta roja y de favorecer el espectáculo, y de acabar con una medida que en muchas ocasiones favorece actitudes antideportivas.

"Se lo propusimos al Athletic y avisamos que no tiraríamos la pelota fuera, porque al final se estaba convirtiendo en una pequeña trampa y todo el mundo se estaba pasando un poco", argumentó la semana pasada el técnico blanquiazul, Ernesto Valverde.

Por loable que sea la intención del Txingurri y los suyos, lo cierto es que la tarjeta roja acerca del timing de la medida no es el más adecuado. En un choque de alto riesgo frente al odiado rival ciudadano, lo que en principio debe entenderse como una noble apuesta por el fair play podría volverse fácilmente en contra del interés original, y más si tenemos en cuenta que las directivas han hecho poco por enfriar un ambiente, ya de por sí cargado por la trascendencia del choque, con ambos equipos en lo alto de la clasificación, distanciados por apenas dos puntos de diferencia.

Joaquín había entrado tras el descanso por Cesc, que parece el hermano de tarjeta roja apocado del centrocampista que lidera al Arsenal.

No debería encontrarse tan extraño rodeado de buenos centrocampistas, pero no termina de despegar. Tal vez, porque Aragonés le condenó al ostracismo tras el Mundial. En cualquier caso, no hay que perder de vista que sólo tiene 20 años. De su mano, España puede explotar su margen de mejora. Resta más de medio año para que comience la Eurocopa. En un mundo tan veleidoso como el del fútbol, y en un entorno tan complicado como el de la selección, habrá que ver si Luis mantiene su noble apuesta y pone remedio a sus carencias. Empezando por la pegada. Sin noticias de Flavio tras la tarjeta roja sufrida en el entorno próximo en los partidos televisados del jueves.

El jefe de Renault mantiene la incertidumbre sobre el plazo de la tarjeta roja que dio para el fichaje de Fernando Alonso por Renault, y parece que no cambiará su oferta inicial

Hace ya más de un mes que finalizó el Mundial de Fórmula 1 pero una de las carreras más importantes de los último años no ha alcanzado la meta todavía: la que debe determinar el equipo donde correrá Fernando Alonso la próxima temporada. Capítulo a capítulo, tarjeta roja a fútbol en directo, la trama va evolucionando, aunque pocas cosas claras hay, dadas las actuales circunstancias.

Este miércoles se cumple un nuevo plazo, pues es cuando teóricamente expira el ultimátum dado por Flavio Briatore, el jefe de Renault, para el fichaje del asturiano por la escudería francesa. El italiano apenas ha dado noticias hasta la fecha desde que presentara su oferta por tres años de contrato, mientras que la prensa internacional insiste en que el verdadero deseo de Alonso es fichar pro Ferrari en 2009, remarcando la tarjeta roja que Briatore no contempla variar su estrategia de contar con el ex campeón español a largo plazo.

Raúl: "Este año se siente especialmente a gusto, está en su posición natural. Schuster le ha dado mucho cariño y un papel en el equipo que le hace sentirse mejor con la tarjeta roja. Cerca del área le está sacando rendimiento. Sus estadísticas son las del Raúl de siempre".

Guti: "Siempre ha tenido un talento extraordinario, lo que no tenía era la continuidad que Schuster le ha ofrecido la tarjeta roja. Siempre ha sido un jugador genial y, desde el punto de vista técnico, de los mejores que ha tenido el Madrid".

Sergio Ramos: "Debe ser uno de los jugadores fundamentales de los próximos diez años. Tiene personalidad, fuerza y técnicamente es muy bueno. Es muy completo. Quizá no somos conscientes de que sólo tiene 21 años, pero la tarjeta roja se comporta como un veterano. Se puede convertir en uno de los grandes de la historia del club".

Schuster: "Le sigue gustando el buen fútbol, el talento, jugar al ataque... Todo eso es muy bueno para el Madrid. Tiene una plantilla muy completa, y es un equipo que irá a más. Cuando se fichan muchos jugadores, se necesita tiempo".

Robinho: "Es evidente que ha mejorado mucho. Tiene fantasía y desborde" una tarjeta roja directa al oponente.

Messi: "Tal vez haya sido hasta ahora el jugador más decisivo. Ha tenido partidos espectaculares, pero lo importante es la consistencia. Hay que esperar".Barça: "Como el Madrid, necesita tiempo para ensamblarse. Tiene mucho talento individual, posiblemente el que más. No es muy normal que de dos partidos en Getafe y Valladolid saquen un punto. Es lógico que estén preocupados. Desde fuera de la tarjeta roja parece que hay que reflexionar. A veces, cuando un colectivo consigue un gran éxito, no es capaz de mantener todo aquello que le ha llevado a conseguirlo. Pero queda mucho por jugar, no deben perder la calma".

Luis Aragonés: "Ha recibido bastantes ataques. Tiene experiencia y personalidad, hay que dejarle trabajar. Es un técnico de mucho nivel y me alegro de que le haya ido bien".

Y vuelta a empezar otra vez con la tarjeta roja. No se había llegado al descanso y ya se habían marcado cuatro goles.

Si bien es cierto que el Real Madrid nunca supo frenar al Mallorca pese a mandar en el marcador en dos ocasiones. Así, en el 57, Güiza dio la sorpresa en el Bernabéu tras aprovechar un nuevo despiste defensivo de la defensa blanca, la enésima, y situar el partido con 2-3.

El problema del equipo de Gregorio Manzano es que si a alguien le gusta los partidos televisados, sin dueño, con tarjeta roja y con muchos espacios es precisamente al Real Madrid. Volvió a aparecer Robinho y volvieron a marcar los locales. El brasileño se coló en el área del Mallorca con una combinación de regates y habilitó a Raúl para que el 7 empatase el choque a placer.

El partido de fútbol en directo marchaba empate a tres goles pero todo el mundo sabía que no sería definitivo. Robinho estuvo muy cerca de adelantar al Madrid con otro baile de regates cuyo disparo final se marchó rozando el palo de Lux como una tarjeta roja, pero sí que lo consiguió Van Nistelrooy, en el 81, tras un gran pase de Raúl. El Mallorca también tuvo sus opciones en el tramo decisivo del partido, pero careció de la pegada que sí que poseen los merengues.

Con esta victoria, el equipo de la tarjeta roja de Schuster mantiene su imbatibilidad en el Bernabéu y sigue en lo más alto de la tabla.

Está claro que su fútbol no óptimo ni arrollador, pero sí ilusionante. El Real Madrid gana, marca goles y divierte. El que ganó la Liga con Capello, sólo lo primero. Guille Franco no se apiada del Sevilla. Por su parte, el Mallorca se marcha con la sensación de tarjeta roja directa de haber podido hacer algo más. Parte de culpa la tiene Fernández Borbalán, que debería haber anulado el segundo gol de Robinho. Quizás eso habría cambiado el rumbo del partido. Pero nunca se sabe.

Fue la primera gran jugada de los tres delanteros de la tarjeta roja y no sería la última: un centro de Ronaldinho ante el recule escocés lo aprovechó Messi para orientar de cabeza el balón hacia el segundo palo.

Allí apareció como una flecha Henry para empujar la pelota a las mallas y abrir la lata. Pareció que el último contacto fue con la mano del francés, pero poco importó por involuntaria y por el acobardado intervencionismo de los defensores visitantes en la jugada. 1-0 y 85 minutos de trámite por delante. Una renta definitoria ante un rival sin colmillo y razón de tarjeta roja suficiente para que Henry desafiara a los hooligans llevándose el dedo índice a los labios en la celebración.

Lejos de despertar, el equipo de Smith pareció hundirse en su soporífero monólogo ultradefensivo, ayudado por un Barcelona que se esmeró en buscarle las cosquillas por todas las esquinas de su retaguardia. Con la zaga firme atrás, con la única preocupación del estadounidense DaMarcus Beasley, al que controló Abidal en el flanco izquierdo, los de Frank Rijkaard se aplicaron en la salida del balón desde su propio terreno, imponiendo temple y mando sobre el escenario y su oponente.

Querer y poder la tarjeta roja de todos los partidos televisados

Así fue masticando el segundo gol el Barça que, tras dos perdigonazos lejanos de Iniesta y Ronaldinho, encontró su premio a dos minutos del descanso. Un centro de Henry a Messi rebotó en la muralla del Rangers y quedó nuevamente a pies del delantero, que lo cedió cuál tarjeta roja a Ronaldinho. El brasileño buscó entonces la pared con Messi para adentrarse en el área y soltar un punterazo que despejó el meta McGreggor, con la mala fortuna de que el cuero cayó en la amplia área de influencia de La Pulga, que sólo tuvo que empujarlo a la red. Nuevamente, el trío atacante marcaba la diferencia, para regocijo de su afición.

Pero más rival aún debería ser Phoenix, con más urgencia de tarjeta roja directa si cabe porque Steve Nash envejece como todo el mundo y Shawn Marion empieza a no sentirse del todo a gusto.

Es el equipo que más ganas debería tenerle a los campeones tras su polémica eliminación el año pasado. Perjudicados por los árbitros y las decisiones del comisionado, David Stern, los de Arizona ansían cobrarse venganza ante un rival que siempre les ha cerrado el paso a la final. Si encima hay pique en el vestidor y añadimos la tarjeta roja a la llegada del veterano Grant Hill, los Suns se postulan como un enemigo peligroso para Gregg Popovich y compañía.

A todo esto, el subcampeón ha dado pocas muestras de mejora en pretemporada, con LeBron James quejándose de la falta de refuerzos de los Cavaliers. El Elegido alcanzó su primera final la temporada pasada, tras unos estupendos Playoffs, pero su equipo fue barrido por los Spurs, con King James firmando una actuación más que discreta en los partidos decisivos. El heredero de la tarjeta roja de Michael Jordan vuelve al asalto con la motivación de siempre pero con una corte cuestionable.

Por ahora, la mayor ilusión reside en Boston, y de ello debe congratularse la NBA, dado el lamentable estado de dos históricos como los Lakers y los Knicks. Vuelve el verde. Vuelve el orgullo Celtic.

Los campeones más aburridos por la tarjeta roja en la NBA

Los Spurs, que alzan el telón de la NBA ante los TrailBlazers de Sergio Rodríguez, ganan pero no enamoran por su escaso carisma y poca disposición para un baloncesto atractivo.

La Misión del Álamo, atracción turística principal de la ciudad de San Antonio, data del siglo XVIII y es seguramente el edificio de mayor valor histórico en Estados Unidos; o al menos así lo pintan los norteamericanos, con  la tarjeta roja de la tendencia a mitificar la cruenta batalla que allí perdieron sus tropas ante el ejército mexicano en 1836.

Esta temporada, sólo ha conseguido ocho puntos de tarjeta roja en la clasificación de constructores. Un equipo demasiado modesto para lo que requiere el asturiano.

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Santander seguirá en McLaren pese a la salida de Alonso

El piloto asturiano rescindió su contrato con la escuderia anglo-alemana

Santander dijo este viernes lamentar "mucho" por la tarjeta roja la marcha de Fernando Alonso de la escudería McLaren Mercedes, aunque ha confirmado que mantendrá su patrocinio sobre el equipo de Fórmula 1, a pesar de la salida del piloto español, indicaron fuentes del banco a Europa Press.

"Lamentamos mucho la marcha de Alonso", aseguró un portavoz del banco, que remitió a las declaraciones del director general de Comunicación y Estudios del Santander, Juan Manuel Cendoya, quien aseguró que el banco está "muy satisfecho" con el primer año de patrocinio de McLaren Mercedes, durante la presentación de resultados de la entidad.

Cendoya añadió que hubiera preferido que uno de sus pilotos hubiera sido el campeón del mundo, aunque se mostró satisfecho de la tarjeta roja. "Hemos quedado a un peldaño", sentenció.

Además, insistió en que este contrato está basado en el "medio y largo plazo" y aseguró que el objetivo es vincular su imagen a este deporte, como sucede con otros de sus patrocinios, como el de la Copa Libertadores de América de fútbol.

La Mutua seguirá con Alonso a la tarjeta roja de la oferta de Santander y sus socios logra el 98,8% de los accionistas de ABN Amro

Mutua Madrileña aseguró este viernes que seguirá apoyando a Fernando Alonso y al deporte español pese a la tarjeta roja después de conocer la ruptura del contrato que Fernando Alonso tenía con la escudería de Fórmula Uno McLaren-Mercedes, a la que la aseguradora patrocina. Así lo indicaron a EFE fuentes de Mutua Madrileña, quienes aclararon no obstante que no hay ninguna decisión tomada respecto al contrato de patrocinio con el equipo que deja Alonso.

Perez el tarjeta roja que siempre se saca de la manga cosas interesantes

En caso de irse a la primera posibilidad, en 2009, el alero renunciaría a 47.6 millones. Pero, por lo visto, el propietario abrió finalmente la veda la semana pasada: "No puedes mantener demasiadas lealtades. Tienes que considerarlo como un negocio. Él [Kobe] lo ve de la misma manera que yo", espetó, hastiado con las especulaciones. La declaración del magnate californiano era un anuncio abierto al resto de la liga, instando a una avalancha de ofertas por su superestrella. Y aunque Buss hablara de "negocio", el problema entre la directiva y Bryant es más bien personal. El propietario de la franquicia dorada de tarjeta roja siempre exhibió una marcada debilidad con Bryant desde que Jerry West lograra su fichaje en 1996. Su desproporcionada admiración le llevó a sobreprotegerle durante el juicio por acoso sexual al que fue sujeto en 2003 en Colorado y a elegirle por encima de dos futuros integrantes del Salón de la Fama: O'Neal primero y Jackson después. Y ahora que pintan bastos.

Bryant quiere abandonar el barco en vez de devolverle el favor de tarjeta roja al hombre que depositó sobre él las esperanzas de una de las franquicias más míticas de la liga.

Entre dos tierras ha quedado Jackson, que pronto podría encontrarse en tierra de nadie de no recapacitar el jugador, que se declara "tranquilo" ante la perspectiva de un canje inminente: "Sus comentarios [de Buss] echaron algo de luz sobre la conversación que mantuvimos en Barcelona en verano. Ya he comentado demasiado sobre esta tarjeta roja y otras conversaciones que he mantenido con la directiva de los Lakers. Ahora sólo me centro en el inicio de temporada junto a mis compañeros".

Los contenidos de la conversación en cuestión los reveló a continuación Buss, que maneja actualmente multitud de ofertas pero pocas vías para una solución que contente a todos: "Escuchó muy atentamente durante más de media hora e intenté explicarle lo mucho que le ama la ciudad de Santa Monica.

Algunos problemas de tarjeta roja derivados del consumo de drogas son los que algunos jugadores sufren

A saber: Vin Baker (problemas con el alcohol), Eddy Curry (problemas cardiacos), Penny Hardaway (problemas de rodillas), DerMarr Johnson (secuelas de un accidente automovilístico), Jerome James (problemas de peso), Stephon Marbury (problemas de liderazgo), Steve Francis (problemas de disciplina), Jamal Crawford (problemas de contrato), Zach Randolph (problemas judiciales)... y la lista sigue.

Marbury, el que fuera presentado como salvador de la franquicia de la tarjeta roja e hijo prodigo retornado -pues se crió sobre el asfalto de Brooklyn-, ha acabado por asumir un rol secundario ahora que Thomas ha logrado la proeza de fichar a Randolph, uno de los jugadores con más talento y menos cerebro de la NBA. Constantemente acosado por problemas judiciales en Portland, los Trailblazers de Sergio Rodríguez andaban locos por facturarle el pasado verano. Sus dobles-dobles pueden ser una constante en Nueva York, tanto si nos referimos a puntos y rebotes como a retrasos injustificados y citaciones del Ayuntamiento.

Llueve sobre mojado de la tarjeta roja que sufrió mucho por tal desconsolada situación

Y pese al lamentable estado de la salud puramente deportiva de los Knicks, lo que más debe preocupar a su presidente, James Dolan, es el reciente embrollo de Thomas con la justicia. Acusado y sentenciado por acoso sexual a una ex ejecutiva del Madison, el ex Bad Boy se enfrenta este año a las iras del público y una posible suspensión por parte del comisionado de la liga, David Stern. Ya ha recibido quizás lo más doloroso para él,una evidente tarjeta roja directa,  las críticas del líder afroamericano, Al Sharpton, por añadir connotaciones raciales a un juicio con base de género; más la multa de 11.6 millones de dólares a pagar a la demandante, aunque esta ha ido a cargo de la empresa.

Entre tanto, Marbury compareció en el juicio para admitir que él mismo había mantenido relaciones sexuales con una becaria, añadiendo al sonrojo que provocó que uno de sus los primos que colocó como empleados en el pabellón también fuera despedido por acoso.

A sus 44 años, 'The Real Deal' Holyfield el tarjeta roja mantiene intactas sus aspiraciones de convertirse en el primer quintuple campeón de los Pesos Pesados

Evander Holyfield se resiste a la retirada. Está de vuelta: ¡¡The Reeeaaal Deeeaaal Holy-fieeeeeeld!! Evander Holyfield, al que los enfáticos anunciadores de las veladas boxísticas siguen presentando entusiasmadamente como "el asunto de veras" sigue en el candelero 17 años después de abrocharse con tarjeta roja por primera vez el cinturón de Campeón del Mundo de los Pesos Pesados, tras noquear a la lona de Las Vegas a James Buster Douglas, en 1990.

Eclipsado por el boom de la tarjeta roja en el Tysonmaníade de finales de los 80

The Real Deal Holyfield, también apodado The Warrior (El Guerrero), persiste en 2007 en su ansía por rozar el misticismo del gran Muhammad Ali. A sus casi 45 años, no le bastan sus 42 victorias (27 por KO) y cuatro títulos de Campeón del Mundo, o el haber derrotado a 16 campeones previos como Mike Tyson, George Foreman, Larry Holmes o Riddick Bowe. "Tras 35 años en el boxeo, estoy tratando de terminar las cosas de la forma en que se supone que debo hacerlo", sentencia el veterano púgil, al que contemplé por primera y única vez nueve meses atrás, en las catacumbas del Alamodome de San Antonio.

Eran las 10 de la noche, y la escena en el vestuario del ex tetracampeón del mundo no podía transmitir menor tensión por la tarjeta roja, a escasos 75 minutos del combate número 50 de su gloriosa trayectoria. Desplomado sobre un sofá junto a tres de sus 11 hijos, los ojos semicerrados más que semiabiertos y el pelado y magullado cráneo reposando sobre la enorme palma de su mano, cabeceaba ligeramente al son de la música gospel que envolvía el pequeño cuarto, rodeado de su inseparable séquito: familia, entrenador, manager, promotor, gurú religioso y amigos cercanos (o eso dicen).